¿Os habéis preguntado alguna vez por qué los semáforos, en vez de tener un disco en el que se alternen los colores rojo, ámbar y verde, tienen un disco para cada color?
La respuesta a esta pregunta tan rebuscada es que los semáforos son así para que los daltónicos (personas que no distinguen bien los colores) puedan conducir sin provocar accidentes. Un daltónico sabe cuándo tiene que pararse ante un semáforo o cuándo puede continuar por la posición de la luz encendida, sin necesidad de distinguir el color de ésta. A continuación, os facilito dos imágenes para que lo comprendáis mejor: la de la izquierda muestra cómo ven los no daltónicos un semaforo y la de la derecha, cómo lo ven los daltónicos comunes ( aquellos que no distinguen entre el rojo y el verde). Si queréis comprobar cómo ve un daltónico cualquier imagen que se os ocurra, visitad esta página web.
Sin embargo, los semáforos actuales no son efectivos para los daltónicos que conducen de noche, ya que cuando la luz ambiental es baja, les cuesta distinguir qué luz del semáforo 
está encendida. Este “pequeño” inconveniente podría solucionarse si se instalase un semáforo diseñado recientemente por Jaime Harasic y Jorge Escurra, puesto que las luces que utiliza este semáforo tienen tecnología Led y, por lo tanto, son más potentes y se ven a mayor distancia. Se trata de un semáforo monocabezal en el que la luz roja tiene una cruz negra en el centro y la verde una raya vertical. El daltónico ve esos signos y sabe que puede seguir o detenerse, según sea el caso. En lo que respecta al ámbar, cuando ve toda una luz encendida, sabe que debe prestar atención. Al gran beneficio que supone este semáforo para las personas que sufren de daltonismo, se suman otras ventajas: menor consumo, menor coste de fabricación y mejor visibilidad para el resto de conductores.
Fuentes:
